Estructura de la personalidad y Tipología de los constructos

 

La estructura de la personalidad consiste en un sistema de comportamientos formados por distinciones  binarias -constructos- en el que cada comportamiento se puede identificar por la relación que guarda con todos los demás. Así, cada constructo supone una probabilidad lógica para anticipar sucesos dentro del marco general del sistema de constructos del sujeto, tanto por sí mismo como por sus interrelaciones con otros constructos.

Junto al postulado general y los once corolarios, Kelly realiza una tipología de los constructos personales. Así, entiende que hay constructos nucleares, centrales para el sistema, y periféricos, menos decisivos para la organización interna; permeables, que permiten nuevos elementos en su rango de conveniencia, e impermeables, que no los admiten; firme, si ofrecen predicciones específicas, y vanos, de los que se desprenden expectativas concretas; verbales y pre verbales, siendo estos últimos aquéllos en lo que la abstracción no se ve acompañada por una representación verbal correspondiente. Los constructos pueden calificarse  también por su grado de abstracción, estableciendo niveles diferentes, de forma que existen constructos supra ordenados, superiores en centralidad y grado de abstracción, y otros subordinados por ellos. Según las implicaciones entre unos constructos y otros, Kelly distingue entre constructos apropiativos, constelatorios y proposicionales. Un constructo es proposicional cuando deja a sus elementos libres y no supone ninguna implicación con respecto  a la inclusión de sus elementos en otras categorías (por ejemplo, una mujer, por ser alta, puede ser buena o mal, simpática o antipática, lista o tonta).